Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Cerrando círculos, cerrando capítulos, historias. Lo importante es poder cerrarlo, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, es necesario desprenderse. Los hechos pasan, y hay que dejarlos ir. La vida está para adelante, nunca para atrás. No sos el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a que volver. Cerrá la puerta, cerrá el círculo, pasa de capítulo, cambiá de historia. Ni vos va a ser el mismo, ni el entorno al que vas a regresar va a ser igual, porque nada se queda quieto, nada es estático. Nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar. Nada es vital para vivir, ya que cuando llegaste a este mundo, esos adhesivos no existían en tu vida. Es costumbre aferrarse a las personas, a los lugares, a las vivencias, es dificil aprender a vivir sin ellas. Y hoy te duele dejarlo ir. Aprender a desprenderse; se puede, solo es costumbre, apego, necesidad.
by- ; rrroberta.blogspot.com
( sos mucho para mi florencia )
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